1944 (Elmo Nüganen, 2015)

Dando una vuelta por el catálogo de HBO Max se puede encontrar algún que otro título bélico realmente interesante. Es el caso de "1944", película de la que os hablaré hoy en estas líneas y que ha representado a Estonia en la reciente #WarCup donde logró pasar la primera ronda con muy buen porcentaje. Se trata, pues, de una película que algunos ya conocéis e incluso habéis recomendado.

La producción, de una duración tan corta que llega a agradecerse (95 minutos) muestra los combates que tuvieron lugar en 1944 en el país báltico no sólo entre la Alemania Nazi y el ejército Rojo proveniente de la URSS. Sino, por parte de los propios estonios, que luchaban obligados en uno u otro bando. No sólo eso, la película hace hincapié en que quienes defendían el uniforme alemán no eran fascistas, sino estonios contrarios a la ocupación de la URSS de su territorio. Así queda recalcado cuando se burlan de Hitler.

Esos hombres acabaron combatiendo en algo así como una Guerra Civil a la que fueron obligados. La II Guerra Mundial irrumpió en sus puertas y lo destrozó todo. Comenzando con las vidas de esos jóvenes. En ese sentido, con bastante buenos medios y presupuesto para tratarse de una producción estonia, "1944" logra (sin excesiva sangre pero sí con barro y trincheras) meter de lleno al espectador en el combate y en la historia del país báltico.

El detalle más salvajemente atractivo, y que personalmente me voló el cerebro, fue el partir la película en dos, aprovechando la escena central de la película para cambiar de protagonismo y de bando. Tras ver durante casi 50 minutos el compañerismo entre estonios que defienden su país de los soviéticos, con diferentes historias personales, pero centrándola en un personaje en concreto, esa batalla "final" servirá para comenzar a ver el otro punto de vista: el de los que luchan con los soviéticos.

Como no puede ser de otra manera existen nexos que unirán ambas historias, más allá de sus propios personajes. Viendo como algunos volverán a aparecer, o cómo al final son estonios luchando contra los propios estonios, con escenas salvajes, de ejecuciones indefendibles de soldados que se han rendido, historias del pasado que mueve a los protagonistas a lo largo de la trama. Y escenas para quitar el hipo a cualquiera.

Más allá de ese giro argumental, y pese a que de las dos 'propuestas' la guerra de trincheras y camaradería con reminiscencias a "Sin novedad en el frente" (a la que dedican un homenaje) acabará siendo la parte vencedora y la que más guste al personal, acabará quedando un conjunto muy bien trabajado. No debe preocupar que si fuera un doble disco, en la cara B patezcan tener los temas menos logrados: romanticismo y ñoñería a la cabeza, y un clímax un tanto forzado.

Pese a esa sensación de bajón en su ritmo y en lo que pretende narrar, y pese a ese deliberado movimiento de mostrar la buena cara de los obligados soldados que defendieron al ejército rojo, la película acaba siendo un bonito homenaje a aquéllos que lucharon en la guerra. Pero, sobre todo, a aquellos que lucharon por la independencia.

Es una pena que "1944" no sea un título muy alabado de la filmografía europea, pues se trata de un interesante relato puramente bélico. Con una parte inicial por y para el combate, que no hace prisioneros. Y una segunda destinada a pedir perdón, que tampoco hace prisioneros pese a cambiar el tono en algunos momentos. Eso sí, las dos tienen ciertas similitudes, como la de mostrar el barro y la crueldad de la guerra. Un discurso patriótico dentro de una película claramente antibélica que bebe de Remarque.

Es difícil decidir qué escena acaba gustando más. Lo que está claro es que la muerte de algunos de los personajes está narrada con la frialdad de toda guerra. Alejados del tono hollywodiense donde toca remarcar sus heroicidades. Personajes que pueden caer simpáticos al espectador y que dos segundos después yacen dn el suelo. Lo dicho, "1944" no hace prisioneros. Y eso es digno de alabar, pues acaba teniendo protagonistas individuales pero no deja de ser una película sobre compañeros, sobre la pluralidad de una nación.

Y sí, no puedo obviar que lo de meter la inocencia de una niña en una escena concreta para remarcar la crueldad de la guerra está incrustado con poca vergüenza. Ya lo hicieron otros antes, incluido Spielberg. Pero doblar la apuesta con la presencia de la niña a posteriori para cerrar ciclo es un tanto forzado. Pero, a fin de cuentas, de eso se trata en una película circular donde todo gira alrededor de esa escena central que merece mucho la pena.

El resultado final es una notable película que no es más porque no acaba de creérselo. O porque, por el camino, nos acaba queriendo contar más, pero nos acaba mostrando menos, en una segunda parte poco inspirada. Si la primera parte, repleta de muy buenos momentos, logra su clímax con un breve escarceo bélico que justifica la propuesta del filme, la segunda (por el contrario) parece querer buscar el camino fácil y rápido para contar lo que quiere contar. Olvidándose de que con menos trama pero más mimbres, había bordado sus primeros 50 minutos.

Nota: 7

Lo Mejor: Narrar desde dos puntos de vista, no hacer prisioneros y ese fulgurante tramo inicial en las trincheras.

Lo Peor: Que se le ve el plumero, con una segunda parte que parece pedir perdón de su propia existencia.

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