Entre el amplio catálogo que Netflix contiene de clásicos british con aroma a guerra, "Landfall" era una de las que más me llamaban su atención por su sinopsis. En ella se relataba como un piloto de la RAF en una misión hundía un submarino creyendo que es alemán, pero el alto mando reportará posteriormente que se trataba de un sumergible británico, provocando que este pobre hombre aceptara una misión casi suicida, mientras su novia intenta esclarecer lo ocurrido.
No es que la sinopsis falle en exceso, pero contiene la historia varios matices que hacen que la película no haya acabado de convencerme. Empezando porque pese a ser clave dicho resumen, la película abarca más allá de ello, puesto que estamos ante una historia romántica en su mayoría, con la relación amorosa liderando la propuesta en no pocos tramos. Si a eso añadimos que la manera en la que la novia se va enterando de detalles o pistas es tan fortuita o accidental como forzada, acabaremos viendo que el film, en apariencia un Thriller acaba siendo un drama romántico con alguna subtrama extra.
El reparto no está muy allá con dos bastante desconocidos como Michael Dennyson y Patricia Plunkett al frente. Tras las cámaras, eso sí, uno de los directores que firmaría (a las órdenes de Darryl F.Zanuck) la epopeya bélica "El día más largo", Ken annakin. Una de sus primeras películas de y la primera incursión del director en el género bélico.
Hay momentos logrados, como todo el tramo del hundimiento del submarino y posterior investigación, pero la sensación clara es de estar asistiendo a una película que poco o nada tiene que ver con ello, puesto que la misión suicida de turno no se la ofrecen en el mismo momento, sino tras un breve retiro espiritual familiar para alejarse de la base tras haber pasado de héroe a villano en cuestión de minutos.
La escena de la misión suicida, que es una de practicar con una nueva bomba o misil dirigido a barcos enemigos es un tanto escueta y parece más una excusa para mostrarnos el miedo ante la muerte que otra cosa. Da la sensación de estar asistiendo a algo ya visto y no muy trabajado. A una trama que, sobre el papel podía ofrecer muchas más variantes y que acaba por convertirse en un drama de aviación con poco avión y poco submarino.
Al tratarse de una trama así, se me hace imposible entrar en muchas más escenas ya que las únicas que me parecen interesantes de analizar desvelarían con excesivo spoiler la trama. No os esperéis nada sofisticado, pues, como comento, la manera nada detectivesca de ir descubriendo pistas sobre lo sucedido es tan pobre que no hace falta ni ser un torpe detective para unir las piezas. Pensar que la Armada o la Marina no pensaran en juntar 2 y 2 acaba siendo un disparate.
En conclusión, el punto de partida y la escena de la sinopsis cumplen. El desenlace de la trama es bastante aseado. Pero, por el camino, la película (aunque está ambientada en una novela) se deja toda la intriga y el suspense de lado, abandona también el cine bélico...y acaba siendo un drama romántico sin apenas carisma alguno. Una película británica prescindible, y de momento la que menos me ha gustado de las que tiene la plataforma Netflix en su haber.
Nota: 4
Lo Mejor: La sinopsis que vende muy bien la película
Lo Peor: Sentimiento de engaño. Y muy poca chicha para lo que prometía.
No es que la sinopsis falle en exceso, pero contiene la historia varios matices que hacen que la película no haya acabado de convencerme. Empezando porque pese a ser clave dicho resumen, la película abarca más allá de ello, puesto que estamos ante una historia romántica en su mayoría, con la relación amorosa liderando la propuesta en no pocos tramos. Si a eso añadimos que la manera en la que la novia se va enterando de detalles o pistas es tan fortuita o accidental como forzada, acabaremos viendo que el film, en apariencia un Thriller acaba siendo un drama romántico con alguna subtrama extra.
El reparto no está muy allá con dos bastante desconocidos como Michael Dennyson y Patricia Plunkett al frente. Tras las cámaras, eso sí, uno de los directores que firmaría (a las órdenes de Darryl F.Zanuck) la epopeya bélica "El día más largo", Ken annakin. Una de sus primeras películas de y la primera incursión del director en el género bélico.
Hay momentos logrados, como todo el tramo del hundimiento del submarino y posterior investigación, pero la sensación clara es de estar asistiendo a una película que poco o nada tiene que ver con ello, puesto que la misión suicida de turno no se la ofrecen en el mismo momento, sino tras un breve retiro espiritual familiar para alejarse de la base tras haber pasado de héroe a villano en cuestión de minutos.
La escena de la misión suicida, que es una de practicar con una nueva bomba o misil dirigido a barcos enemigos es un tanto escueta y parece más una excusa para mostrarnos el miedo ante la muerte que otra cosa. Da la sensación de estar asistiendo a algo ya visto y no muy trabajado. A una trama que, sobre el papel podía ofrecer muchas más variantes y que acaba por convertirse en un drama de aviación con poco avión y poco submarino.
Al tratarse de una trama así, se me hace imposible entrar en muchas más escenas ya que las únicas que me parecen interesantes de analizar desvelarían con excesivo spoiler la trama. No os esperéis nada sofisticado, pues, como comento, la manera nada detectivesca de ir descubriendo pistas sobre lo sucedido es tan pobre que no hace falta ni ser un torpe detective para unir las piezas. Pensar que la Armada o la Marina no pensaran en juntar 2 y 2 acaba siendo un disparate.
En conclusión, el punto de partida y la escena de la sinopsis cumplen. El desenlace de la trama es bastante aseado. Pero, por el camino, la película (aunque está ambientada en una novela) se deja toda la intriga y el suspense de lado, abandona también el cine bélico...y acaba siendo un drama romántico sin apenas carisma alguno. Una película británica prescindible, y de momento la que menos me ha gustado de las que tiene la plataforma Netflix en su haber.
Nota: 4
Lo Mejor: La sinopsis que vende muy bien la película
Lo Peor: Sentimiento de engaño. Y muy poca chicha para lo que prometía.
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