Bajo el título de "Raid on Rommel" toca desgranar una de esas películas de comandos que salieron a rebufo de "Los cañones de Navarone". Su título en castellano: "Comando en el desierto", y sus mayores virtudes fueron contar con Henry Hathaway en la dirección y Richard Burton de protagonista. Pero, hasta ahí, sus pros. En sus contras, ser un remake poco o nada trabajado, intentando no ser un remake.
Choca que un director de la talla de Henry Hathaway, autor de obras reconocidas en diferentes géneros, sobre todo en aventuras, se prestase a dirigir esta película que acabaría como el rosario de la aurora con el presupuesto gastado antes de tiempo. Si es que dicho presupuesto existió, ya que la película toma prestados sin rubor ni vergüenza alguna, planos bélicos de "Tobruk".
No es algo que, por desgracia, no se haya visto en el cine. De hecho, en "La batalla de Midway" se cogen planos de "Tora Tora Tora". La gran diferencia aquí es que el 90% de imágenes bélicas NO son de la propia película, y mientras en Midway el reparto y la trama estaban por encima de los combates, aquí no es el caso. El Tour de force final de "Comando en el desierto" contiene más de media hora de cine bélico copiado, aunque con las escenas cambiadas en orden.
El asunto va más allá, puesto que en esta película la trama es bastante parecida a "Tobruk", título rodado pocos años antes con Rock Hudson a la cabeza. Richard Burton, el rubiales, no acaba pegando en el proyecto ni aportando lo que aportaría en sus mejores obras. Y el resto de escenas donde aparezcan planos generales son prestados. No se cortan un pelo, pues tenemos el momento en que se topan con una patrulla alemana, las barreras, los tanques de Rommel. Y el plagio va in crescendo con la voladura del depósito de combustible o toda la traca final.
Plano tras plano hasta el punto de que con la película languideciendo y llegando a su final, viene un bombardero total de imágenes sobre la localidad de Tobruk que no vienen a cuento. No tienen importancia con la película, pero dejan las vergüenzas de la misma sobre la mesa, pues son las mismas que se emplearon en "Tobruk". Uno tiene la sensación de que los planos bélicos no utilizados hasta ese momento los aprovecharon incrustándolos de mala manera en ese final poco elaborado.
Una lástima, pues durante una hora, pese a las similitudes con "Tobruk", "Comando en el desierto" llega a tomar su propio rumbo, con algunas simpáticas escenas como la de la discusión sobre coleccionismo entre un médico inglés y el mismísimo Mariscal de Campo Rommel, interpretado por el gran Wolfgang Preiss ("El tren"). Uno no acaba de comprender qué pinta en toda la trama una mujer italiana, detalle que parece sacado de "Mercenarios sin gloria" pero que aquí no acaba de tener importancia relevante en toda la producción. Más allá, eso sí, de alguna picantilla escena o de algún vago intento por conseguir la risa del público.
Pese al poco esmero en muchos aspectos, como el de su fotografía y todo lo low cost que parece la propuesta, "Comando en el desierto" entretiene en gran medida. Y, durante buena parte de la película, sale airosa pese a tener un aroma a serie B que ni la dirección de Hathaway ni la presencia de Burton acaban de conseguir quitar. Esa etiqueta la mantiene, y cuando uno ve que las escenas de "Tobruk" son fusiladas con mal gusto, acaba por desmontar cualquier amago de salvar la película.
Conste que el orden de los factores (de las escenas bélicas) varía. Pero en este caso el producto queda alterado. Es que hasta necesitan el lanzallamas, posiblemente para justificar la incrustación de las escenas de lanzallamas de "Tobruk". El resultado final hace intuir que el guion (si es que existió tal cosa) se escribió en base al préstamo de escenas de la película de Arthur Hiller. No se podría comprender, de lo contrario, que toda la media hora final sea 90% "Tobruk". ¿El otro 10%? Pues sencillo, poner los primeros planos de Burton y algún otro actor de la película. Todo plano general y de masas es de la otra película.
Siento desmontar un mito a quienes hayan visto esta película sin tener "Tobruk" presente o sin haberla visto. La protagonizada por Rock Hudson es un entretenimiento explosivo que, pese a descarrilar en algunos aspectos, es una buena película de comandos sesentera. "Comando en el desierto" amaga con ser otra buena película. Pero eso se diluye como la arena del desierto cuando sale a la luz, con mucha torpeza por su parte, el truco.
Nota: 4
Lo Mejor: Algunos simpáticos momentos con Rommel antes de la traca final.
Lo Peor: que no tenga vergüenza alguna en tomar prestado un 25% o más de metraje. Siendo el tramo más importante.
Choca que un director de la talla de Henry Hathaway, autor de obras reconocidas en diferentes géneros, sobre todo en aventuras, se prestase a dirigir esta película que acabaría como el rosario de la aurora con el presupuesto gastado antes de tiempo. Si es que dicho presupuesto existió, ya que la película toma prestados sin rubor ni vergüenza alguna, planos bélicos de "Tobruk".
No es algo que, por desgracia, no se haya visto en el cine. De hecho, en "La batalla de Midway" se cogen planos de "Tora Tora Tora". La gran diferencia aquí es que el 90% de imágenes bélicas NO son de la propia película, y mientras en Midway el reparto y la trama estaban por encima de los combates, aquí no es el caso. El Tour de force final de "Comando en el desierto" contiene más de media hora de cine bélico copiado, aunque con las escenas cambiadas en orden.
El asunto va más allá, puesto que en esta película la trama es bastante parecida a "Tobruk", título rodado pocos años antes con Rock Hudson a la cabeza. Richard Burton, el rubiales, no acaba pegando en el proyecto ni aportando lo que aportaría en sus mejores obras. Y el resto de escenas donde aparezcan planos generales son prestados. No se cortan un pelo, pues tenemos el momento en que se topan con una patrulla alemana, las barreras, los tanques de Rommel. Y el plagio va in crescendo con la voladura del depósito de combustible o toda la traca final.
Plano tras plano hasta el punto de que con la película languideciendo y llegando a su final, viene un bombardero total de imágenes sobre la localidad de Tobruk que no vienen a cuento. No tienen importancia con la película, pero dejan las vergüenzas de la misma sobre la mesa, pues son las mismas que se emplearon en "Tobruk". Uno tiene la sensación de que los planos bélicos no utilizados hasta ese momento los aprovecharon incrustándolos de mala manera en ese final poco elaborado.
Una lástima, pues durante una hora, pese a las similitudes con "Tobruk", "Comando en el desierto" llega a tomar su propio rumbo, con algunas simpáticas escenas como la de la discusión sobre coleccionismo entre un médico inglés y el mismísimo Mariscal de Campo Rommel, interpretado por el gran Wolfgang Preiss ("El tren"). Uno no acaba de comprender qué pinta en toda la trama una mujer italiana, detalle que parece sacado de "Mercenarios sin gloria" pero que aquí no acaba de tener importancia relevante en toda la producción. Más allá, eso sí, de alguna picantilla escena o de algún vago intento por conseguir la risa del público.
Pese al poco esmero en muchos aspectos, como el de su fotografía y todo lo low cost que parece la propuesta, "Comando en el desierto" entretiene en gran medida. Y, durante buena parte de la película, sale airosa pese a tener un aroma a serie B que ni la dirección de Hathaway ni la presencia de Burton acaban de conseguir quitar. Esa etiqueta la mantiene, y cuando uno ve que las escenas de "Tobruk" son fusiladas con mal gusto, acaba por desmontar cualquier amago de salvar la película.
Conste que el orden de los factores (de las escenas bélicas) varía. Pero en este caso el producto queda alterado. Es que hasta necesitan el lanzallamas, posiblemente para justificar la incrustación de las escenas de lanzallamas de "Tobruk". El resultado final hace intuir que el guion (si es que existió tal cosa) se escribió en base al préstamo de escenas de la película de Arthur Hiller. No se podría comprender, de lo contrario, que toda la media hora final sea 90% "Tobruk". ¿El otro 10%? Pues sencillo, poner los primeros planos de Burton y algún otro actor de la película. Todo plano general y de masas es de la otra película.
Siento desmontar un mito a quienes hayan visto esta película sin tener "Tobruk" presente o sin haberla visto. La protagonizada por Rock Hudson es un entretenimiento explosivo que, pese a descarrilar en algunos aspectos, es una buena película de comandos sesentera. "Comando en el desierto" amaga con ser otra buena película. Pero eso se diluye como la arena del desierto cuando sale a la luz, con mucha torpeza por su parte, el truco.
Nota: 4
Lo Mejor: Algunos simpáticos momentos con Rommel antes de la traca final.
Lo Peor: que no tenga vergüenza alguna en tomar prestado un 25% o más de metraje. Siendo el tramo más importante.
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