Hoy toca la segunda entrega del texto de Directores británicos de Cine Bélico. Una pequeña lista donde se han obviado a David Lean o a Michael Powell y Emeric Pressburger, ya que dichos directores debido a su gran importancia ya tienen textos a nivel individual. Toca cerrar la lista y, como premio, en lugar de tres directores, en esta ocasión pongo cuatro sobre la mesa.Michael Anderson
En 1965 llegaba la obra que podría considerarse más famosa de este director con una filmografía bastante amplia pero carente de grandes títulos. Si bien uno de los pocos que sobresalen de la media, "La vuelta al mundo en ochenta días" logró el Óscar a la Mejor Película. Incluso de los directores a mencionar en la presente lista se podía considerar el más pobre. "Operación Crossbow" es una interesante película con George Peppard y algunos ilustres secundarios. Pero no es una gran obra y, de largo, es la más conocida de Anderson en el cine bélico.
Conste que su mejor película, no obstante, y por la que he decidido mencionarlo ("Operación Crossbow" por sí sola no serviría) es "The Damm Busters", una película sobre la destrucción de un dique en el corazón de Alemania. Para la misión con bombarderos tocará fabricar unas bombas especiales con forma de bola que vayan botando en el agua hasta alcanzar su destino. Un formato de bomba y misión similar al que emplearían en "Star Wars" para la destrucción de la Estrella de la Muerte, o en "Escuadrón 633" o en "Top Gun:Maverick". Todas ellas bebieron directamente de esta película de Anderson.
El resto de su filmografía bélica la resumo fácil. Arranca en 1949 con "Private Angelo", película que acabaría de rodar Peter Ustinov, que estaba en el reparto, en 1957 el drama bélico "The Yangtse incident" ambientado en China pero que no se debe confundir con la película "El YangTse en llamas". En 1964, un año antes de "Operación Crossbow" dirigía "Patrulla de rescate" sobre tres miembros de un helicóptero de rescate, donde mediante flashbacks nos contarán sus tres historias pasadas, siendo una de ellas (la de Richard Widmark) la de carácter bélico.
Ken Annakin
Con este apellido intergaláctico, tenemos a un director prácticamente desconocido, sumiso al cine de encargo, pero que filmó una parte de la sensacional "El día más largo". Concretamente la parte británica. De la norteamericana se encargaría Andrew Marton y de la alemana la aplaudida firma de Bernhard Wicki ("El puente"). Su buen hacer a las órdenes de Zanuck en la que deberíamos considerar su obra (o 33% si acaso) cumbre le llevaría directo a dirigir, esta vez en solitario, otro de los grandes títulos sesenteros con vistas a reventar la taquilla: "La batalla de las Ardenas". Doblete en pocos años digno de mención.
Lástima que el resto de su filmografía tanto general como bélica no merecieran tanto la pena. Su primera muesca vino con el drama bélico "Landfall", disponible en Netflix y con un piloto acusado de haber hundido un submarino británico pese a que él creía estar eliminando uno alemán. La comedia bélica "Hoy es día de fuga" en 1961 sería su siguiente aportación al cine bélico, más de una década después. Después llegaban las dos obras cumbre mencionadas y títulos peculiares en los que fue especialista como "Aquellos chalados en sus locos cacharros" o "El rally de Montecarlo y toda su zarándula de antaño".
Pese a no tocar de lleno el cine bélico en más ocasuones, no es menos cierto que los conflictos bélicos están presentes en otras obras suyas consideradas de aventuras como "El valle de los maoríes", con Jack Hawkins; "La leyenda de un valiente", con Yul Brynner, o "Emboscada en Extremo Oriente" con David Niven y Toshiro Mifune.
J Lee Thompson
¿La joya de la corona? J.Lee Thompson acabaría siendo el director británico, David Lean aparte, que mejor película bélica rodaría en la época. Llegó al proyecto recomendado por Gregory Peck y eso que todavía no habían trabajado juntos. Pero a Peck le informaron del buen hacer de Thompson y, pese a que la propia historia en sí y el carisma de su reparto jugaban a su favor, firmó una excelente "Los cañones de Navarone". El tiempo sigue sin reconocer el mérito de un director que dos años después, también con Peck, dirigía "El cabo del terror", de la que Scorsese haría remake décadas más tarde.
Pero par llegar a "Los cañones de Navarone", Thompson ya había pasado por alguna que otra obra bélica interesante como es el caso de "Ice cold in Alex", cuya difícil traducción al castellano (habla de tomarse una cervecita muy fresquita cuando lleguen a Alejandría) sería"Fugitivos del desierto", con John Mills o Anthony Quayle en el reparto. A esta obra le seguiría poco después "La India en llamas" con Kenneth Mooore. Hablamos de títulos de reconocimiento y prestigio dentro del cine bélico.
Una lástima que no se diera más al cine bélico de nivel. En su filmografía posterior toca mencionar "El pasaje" con Anthony Quinn haciendo de pastor vasco cruzando los Pirineos durante la II Guerra Mundial en una película que personalmente no me gustó nada, antes (en los 60) también tiene "Cadenas de libertad" con David Niven, con el que había coincidido en "Los cañones de Navarone". Con lo cuál repitió con los actores de la película en obras posteriores (Peck, Niven y Quinn). Aunque no quisiera considerarla bélica, Thompson dirigió títulos como "Taras Bulba" o "Los reyes del sol". Y como curiosidad finak, fue el encargado de ejecutar dos secuelas de "El planeta de los simios". Una lástima que su sensacional filmografía entre 1958 y 1962 se fuera al traste con mucho cine y baja calidad en los 70.
Lewis Gilbert
Junto a Guy Hamilton es el otro gran director Bondiano de la lista belicosera. El bueno de Lewis dirigió tres películas de la Saga: "Solo se vive dos veces", "La espía que me amó" y "Moonraker". Pero este texto va sobre cine bélico y ahí su película bélica más reconocida es difícil de dilucidar. Si bien tiene una gama media-alta de buena calidad que desgranaré en estos pequeños párrafos. Siendo, "Hundid el Bismarck" la que más sonará a la gente, pero "Siete hombres al amanecer" mi personal propuesta a obra cumbre.
Gilbert dirigiría en los años 50 sus primeras películas bélicas en las bastante desconocidas "Albert RM", sobre un campo de prisioneros alemán, y "The Sea shall not have them" sobre un avión británico que es abatido en el Mar del Norte, con Dirk Bogarde y Michael Redgrave de protagonistas. En 1956 llegaba la primera propuesta bélica que nos ha llegado a nuestros días: "Proa al cielo" sobre un piloto británico que, pese a estar postrado en silla de ruedas por un accidente, se empeña en defender su patria durante la Batalla de Inglaterra. Destacar el papel de Kenneth Moore. Cerraría su aportación en los años 50 con el drama de espionaje "Agente SZ", con una expléndida Virginia McKenna, nominada al Bafta por su papel.
En 1960 llegaba "Hundid el Bismarck", film de reparto coral que narraba cronológicamente todos los movimientos tanto por parte del Acorazado alemán, como de los esfuerzos británicos por acabar con esa temible amenaza. La película mostraba tanto mar como aire, además de lo que pasaba en un búnker en Londres donde sin ver la luz del sol durante largos días se jugaba una partida importante. El mismo año rodaba una modesta comedia titulada "Light up the Sky" dedicada a los hombres que reflejaban aviones con sus grandes luces para que las baterías antiaéreas pudiesen atinar en sus objetivos. En 1964 "El séptimo amanecer" con William Holden en un conflicto asiático suponía su penúltima incursión en el género antes de la llegada de "Siete hombres al amanecer", película que detallaba la "Operación Anthropoid". Con permiso de la muy ficcionada "Los verdugos también mueren", estamos ante la mejor película que detalla aquella operación, por delante de las más recientes "El hombre con el corazón de hierro" o "Operación Anthropoid".
En 1965 llegaba la obra que podría considerarse más famosa de este director con una filmografía bastante amplia pero carente de grandes títulos. Si bien uno de los pocos que sobresalen de la media, "La vuelta al mundo en ochenta días" logró el Óscar a la Mejor Película. Incluso de los directores a mencionar en la presente lista se podía considerar el más pobre. "Operación Crossbow" es una interesante película con George Peppard y algunos ilustres secundarios. Pero no es una gran obra y, de largo, es la más conocida de Anderson en el cine bélico.
Conste que su mejor película, no obstante, y por la que he decidido mencionarlo ("Operación Crossbow" por sí sola no serviría) es "The Damm Busters", una película sobre la destrucción de un dique en el corazón de Alemania. Para la misión con bombarderos tocará fabricar unas bombas especiales con forma de bola que vayan botando en el agua hasta alcanzar su destino. Un formato de bomba y misión similar al que emplearían en "Star Wars" para la destrucción de la Estrella de la Muerte, o en "Escuadrón 633" o en "Top Gun:Maverick". Todas ellas bebieron directamente de esta película de Anderson.
El resto de su filmografía bélica la resumo fácil. Arranca en 1949 con "Private Angelo", película que acabaría de rodar Peter Ustinov, que estaba en el reparto, en 1957 el drama bélico "The Yangtse incident" ambientado en China pero que no se debe confundir con la película "El YangTse en llamas". En 1964, un año antes de "Operación Crossbow" dirigía "Patrulla de rescate" sobre tres miembros de un helicóptero de rescate, donde mediante flashbacks nos contarán sus tres historias pasadas, siendo una de ellas (la de Richard Widmark) la de carácter bélico.
Ken Annakin
Con este apellido intergaláctico, tenemos a un director prácticamente desconocido, sumiso al cine de encargo, pero que filmó una parte de la sensacional "El día más largo". Concretamente la parte británica. De la norteamericana se encargaría Andrew Marton y de la alemana la aplaudida firma de Bernhard Wicki ("El puente"). Su buen hacer a las órdenes de Zanuck en la que deberíamos considerar su obra (o 33% si acaso) cumbre le llevaría directo a dirigir, esta vez en solitario, otro de los grandes títulos sesenteros con vistas a reventar la taquilla: "La batalla de las Ardenas". Doblete en pocos años digno de mención.
Lástima que el resto de su filmografía tanto general como bélica no merecieran tanto la pena. Su primera muesca vino con el drama bélico "Landfall", disponible en Netflix y con un piloto acusado de haber hundido un submarino británico pese a que él creía estar eliminando uno alemán. La comedia bélica "Hoy es día de fuga" en 1961 sería su siguiente aportación al cine bélico, más de una década después. Después llegaban las dos obras cumbre mencionadas y títulos peculiares en los que fue especialista como "Aquellos chalados en sus locos cacharros" o "El rally de Montecarlo y toda su zarándula de antaño".
Pese a no tocar de lleno el cine bélico en más ocasuones, no es menos cierto que los conflictos bélicos están presentes en otras obras suyas consideradas de aventuras como "El valle de los maoríes", con Jack Hawkins; "La leyenda de un valiente", con Yul Brynner, o "Emboscada en Extremo Oriente" con David Niven y Toshiro Mifune.
J Lee Thompson
¿La joya de la corona? J.Lee Thompson acabaría siendo el director británico, David Lean aparte, que mejor película bélica rodaría en la época. Llegó al proyecto recomendado por Gregory Peck y eso que todavía no habían trabajado juntos. Pero a Peck le informaron del buen hacer de Thompson y, pese a que la propia historia en sí y el carisma de su reparto jugaban a su favor, firmó una excelente "Los cañones de Navarone". El tiempo sigue sin reconocer el mérito de un director que dos años después, también con Peck, dirigía "El cabo del terror", de la que Scorsese haría remake décadas más tarde.
Pero par llegar a "Los cañones de Navarone", Thompson ya había pasado por alguna que otra obra bélica interesante como es el caso de "Ice cold in Alex", cuya difícil traducción al castellano (habla de tomarse una cervecita muy fresquita cuando lleguen a Alejandría) sería"Fugitivos del desierto", con John Mills o Anthony Quayle en el reparto. A esta obra le seguiría poco después "La India en llamas" con Kenneth Mooore. Hablamos de títulos de reconocimiento y prestigio dentro del cine bélico.
Una lástima que no se diera más al cine bélico de nivel. En su filmografía posterior toca mencionar "El pasaje" con Anthony Quinn haciendo de pastor vasco cruzando los Pirineos durante la II Guerra Mundial en una película que personalmente no me gustó nada, antes (en los 60) también tiene "Cadenas de libertad" con David Niven, con el que había coincidido en "Los cañones de Navarone". Con lo cuál repitió con los actores de la película en obras posteriores (Peck, Niven y Quinn). Aunque no quisiera considerarla bélica, Thompson dirigió títulos como "Taras Bulba" o "Los reyes del sol". Y como curiosidad finak, fue el encargado de ejecutar dos secuelas de "El planeta de los simios". Una lástima que su sensacional filmografía entre 1958 y 1962 se fuera al traste con mucho cine y baja calidad en los 70.
Lewis Gilbert
Junto a Guy Hamilton es el otro gran director Bondiano de la lista belicosera. El bueno de Lewis dirigió tres películas de la Saga: "Solo se vive dos veces", "La espía que me amó" y "Moonraker". Pero este texto va sobre cine bélico y ahí su película bélica más reconocida es difícil de dilucidar. Si bien tiene una gama media-alta de buena calidad que desgranaré en estos pequeños párrafos. Siendo, "Hundid el Bismarck" la que más sonará a la gente, pero "Siete hombres al amanecer" mi personal propuesta a obra cumbre.
Gilbert dirigiría en los años 50 sus primeras películas bélicas en las bastante desconocidas "Albert RM", sobre un campo de prisioneros alemán, y "The Sea shall not have them" sobre un avión británico que es abatido en el Mar del Norte, con Dirk Bogarde y Michael Redgrave de protagonistas. En 1956 llegaba la primera propuesta bélica que nos ha llegado a nuestros días: "Proa al cielo" sobre un piloto británico que, pese a estar postrado en silla de ruedas por un accidente, se empeña en defender su patria durante la Batalla de Inglaterra. Destacar el papel de Kenneth Moore. Cerraría su aportación en los años 50 con el drama de espionaje "Agente SZ", con una expléndida Virginia McKenna, nominada al Bafta por su papel.
En 1960 llegaba "Hundid el Bismarck", film de reparto coral que narraba cronológicamente todos los movimientos tanto por parte del Acorazado alemán, como de los esfuerzos británicos por acabar con esa temible amenaza. La película mostraba tanto mar como aire, además de lo que pasaba en un búnker en Londres donde sin ver la luz del sol durante largos días se jugaba una partida importante. El mismo año rodaba una modesta comedia titulada "Light up the Sky" dedicada a los hombres que reflejaban aviones con sus grandes luces para que las baterías antiaéreas pudiesen atinar en sus objetivos. En 1964 "El séptimo amanecer" con William Holden en un conflicto asiático suponía su penúltima incursión en el género antes de la llegada de "Siete hombres al amanecer", película que detallaba la "Operación Anthropoid". Con permiso de la muy ficcionada "Los verdugos también mueren", estamos ante la mejor película que detalla aquella operación, por delante de las más recientes "El hombre con el corazón de hierro" o "Operación Anthropoid".
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