La entrada de hoy la dedico a los que posiblemente sean los dos Peplums más míticos de la historia fuera de la vertiente religiosa: Espartaco o Gladiator, Gladiator o Espartaco. Dos títulos imprescindibles para conocer el cine épico clásico y el cine épico moderno. Cada una tiene sus virtudes y sus defectos y hoy procuraré exponer algunos de ellos en clara comparativa.
Realidad Vs Ficción
Partamos del primer punto de comparación. Por un lado tenemos la realidad, en la que se basa con licencias la trama de "Espartaco", un esclavo que inició una revuelta contra el Imperio Romano. Por otro lado, tenemos personajes que existieron en realidad, como Marco Aurelio o su hijo Comodo, para lanzarnos una historia totalmente ficticia sobre un general romano convertido a esclavo/Gladiador.
Lo que son las cosas, los protagonistas de las dos historias que trato realizan un camino a la inversa. Dos personajes dispuestos a luchar, uno por la libertad y el otro por poder hacer justicia. Uno inicia como esclavo que va a ser destinado a ejercer de gladiador, mientras que Máximo Meridio Décimo es un general que acaba siendo gladiador.
Cine épico
¿Qué ingredientes debe tener una película épica? Sin duda alguna, alguna batalla que desprenda heroismo y temeridad por los cuatro costados pero, al mismo tiempo, que tenga una duración adecuada. El cine épico no puede ni debe contarse en menos de dos horas. De hecho, los 150 minutos deberían ser el mínimo. En ese apartado las dos películas cumplen. "Espartaco" alcanza las 3 horas de duración, si bien se quedó lejos de "Ben Hur", mientras que "Gladiator" dura los 150 minutos que he exigido cómo mínimo.
Cabe tener en cuenta que en el año en que se rodó la película de Ridley Scott, la duración de las películas no alcanzaba las 3 horas que muchas películas épicas clásicas sí tenían. Excepciones como "Braveheart" o "Titanic" ponían de manifiesto que en los 90 hubo cierto revival con este tipo de cine hoy en día extinguido ante la creación del cine épico superheroico.
Dirección
Quitando de la ecuación a Anthony Mann, gran director que inició el rodaje de "Espartaco" hasta que sus más y sus menos con Kirk Douglas le apartaron del proyecto, tenemos dos grandes directores tras las cámaras. Stanley Kubrick, que realizó un gran trabajo con "Espartaco" pese a ser su película más impersonal y la que le dejó claro que no volvería a dirigir a las órdenes de algo que no fueran sus pelotas... Y Ridley Scott al otro lado del cuadrilátero. Director algo irregular pero que parió "Alien" o "Blade Runner" y que en "Gladiator" aunó todos los esfuerzos para lograr una obra bastante redonda.
Cada uno dirige de manera diferente su obra. Mientras que Kubrick consiguió centrar esfuerzos en los entresijos de la política romana, que son los que marcan la segunda mitad de "Espartaco" tras su aventurera primera mitad, Scott centra sus esfuerzos más en la mencionada épica. La batalla inicial en Germania o los diferentes duelos en la árena sirven de 'pan y circo' para el espectador sediento de acción y sangre. Diferente cine, para diferente público o época. Ambos totalmente válidos.
Reparto
Hoy en día es inevitable pensar en que el personaje de Máximo interpretado por Russell Crowe es uno de los iconos del celuloide. No falta razón. Pero la realidad es que el australiano llevaba buena racha pero no era una superestrella pese al estreno de "L.A.Confidential" o "El dilema". Al otro lado tenemos a un Kirk Douglas que produce y manda, y se guarda el papel importante al más puro estilo John Wayne en "El Álamo".
Junto a ellos, la ristra de secundarios es de renombre. Algo menor en "Gladiator" donde Joaquim Phoenix todavía no era una estrella, y tenemos a Richard Harris u Oliver Reed como veteranos en el reparto. Pero en "Espartaco", además de Tony Curtis, nos encontramos con Laurence Olivier, Charles Laughton o Peter Ustinov. Casi nada.
Batallas
En "Espartaco", decía que Kubrick centraba la trama mucho en el aspecto político. De este modo tras el reclutamiento, entrenamiento, duelo en la arena ante "El sargento negro" y posterior fuga, el personaje de Kirk Douglas perderá peso y protagonismo. Sus grandes victorias no serán más que narradas en Roma, y pasarán de puntillas. Eso sí, Los preparativos de la batalla final entre romanos y esclavos libres es de diez. La batalla en si no durará mucho, pero está rodada con el tono épico necesario para ser la batalla final.
En "Gladiator" la gran batalla está en su inicio, en Germania. También es en los preparativos y en el inicio se la misma, con las flechas incendiarias, donde sale ganando. Sensacional batalla, si bien en "Gladiator" mi escena de combate favorita es esa escenificación de la batalla contra los cartagineses, donde la Cenicienta dará la campanada y los gladiadores de Máximo salen victoriosos con ingenio y trabajo en equipo. Pura diversión.
Frase mítica
Aquí también vamos a tener hostias (con perdón). Es mítico el momento de "Yo soy Espartaco", con todos los esclavos, hechos prisioneros levantándose para mostrar su orgullo de sentirse parte de algo. Escenón que todo el que haya visto la película habrá repetido en más de una ocasión. Sin embargo, "Gladiator" no se queda atrás, y el discurso de Máximo ante Comodo es historia viva del cine moderno.
"Mi nombre es Máximo Décimo Meridio, Comandante de los ejércitos del Norte...". En esa escena, Crowe se llevó el Óscar, no cabe la menor duda. Y la película llegó a esa epicidad necesaria para ser inmortal.
Banda Sonora
Alex North compuso la banda Sonora de "Espartaco", con los clásicos sonidos que el cine de romanos requería. Sin grandes alardes, logró una música efectiva pero que sirve para rellenar el inerludio o Descanso en las proyecciones de aquella época. La escuchas y ves a los romanos atravesar la Vía Augusta o lo que se tercie.
En "Gladiator" es Hans Zimmer el que coge prestados algunos de sus momentos de otras BSO's como "La delgada línea roja" y los mejora. De hecho una parte importante de la partitura serviría posteriormente a "Piratas del Caribe". Pero es su colaboración con la cantante Lisa Gerrard, en el tema "Now You're free" donde el espectador caerá rendido.
Balance Final
Si queríais que escogiera entre papá o mamá, siento que os llevéis un chasco. Espero que los ingredientes aquí expuestos os sirvan para poner en valor muchos momentos de ambas películas. Lo que está claro es que me es difícil escoger. En mi infancia era "Quo Vadis" mi película de romanos favorita. Pero "Espartaco" se ganaría mi corazoncito, sobretodo con su fulgurante arranque hasta la liberación y esa batalla final y el "Yo soy Espartaco".
Pero por otro lado "Gladiator" es una de las películas que más he disfrutado en una sala de cine. Encantado de haberla descubierto y haber ido (solo) a verla. Una de romanos que tenía buena pinta y que me entusiasmó desde el primer fotograma. Desde ese homenaje a "Senderos de gloria" (de Kubrick, cosas de la vida) en su tramo inicial.
En mi último visionado de "Espartaco" he descubierto un cine políticamente armado y orquestado con mucho mimo, y víctima de su época (post caza de brujas). Que propone algo diferente al "Espartaco" que conocía de pequeño (el de las gestas) o a la acción sin frenos que nos muestra "Gladiator". En definitiva, uno tiene grandísimos ingredientes de cine clásico, y el otro es un entretenimiento perfectamente armado con una trama que engancha. No son iguales, pero beben del aroma del Péplum y, en lo suyo, son posiblemente los dos mejores exponentes. Dependiendo del día, quizás abrace más una u otra propuesta, pero ambas son sensacionales.
Realidad Vs Ficción
Partamos del primer punto de comparación. Por un lado tenemos la realidad, en la que se basa con licencias la trama de "Espartaco", un esclavo que inició una revuelta contra el Imperio Romano. Por otro lado, tenemos personajes que existieron en realidad, como Marco Aurelio o su hijo Comodo, para lanzarnos una historia totalmente ficticia sobre un general romano convertido a esclavo/Gladiador.
Lo que son las cosas, los protagonistas de las dos historias que trato realizan un camino a la inversa. Dos personajes dispuestos a luchar, uno por la libertad y el otro por poder hacer justicia. Uno inicia como esclavo que va a ser destinado a ejercer de gladiador, mientras que Máximo Meridio Décimo es un general que acaba siendo gladiador.
Cine épico
¿Qué ingredientes debe tener una película épica? Sin duda alguna, alguna batalla que desprenda heroismo y temeridad por los cuatro costados pero, al mismo tiempo, que tenga una duración adecuada. El cine épico no puede ni debe contarse en menos de dos horas. De hecho, los 150 minutos deberían ser el mínimo. En ese apartado las dos películas cumplen. "Espartaco" alcanza las 3 horas de duración, si bien se quedó lejos de "Ben Hur", mientras que "Gladiator" dura los 150 minutos que he exigido cómo mínimo.
Cabe tener en cuenta que en el año en que se rodó la película de Ridley Scott, la duración de las películas no alcanzaba las 3 horas que muchas películas épicas clásicas sí tenían. Excepciones como "Braveheart" o "Titanic" ponían de manifiesto que en los 90 hubo cierto revival con este tipo de cine hoy en día extinguido ante la creación del cine épico superheroico.
Dirección
Quitando de la ecuación a Anthony Mann, gran director que inició el rodaje de "Espartaco" hasta que sus más y sus menos con Kirk Douglas le apartaron del proyecto, tenemos dos grandes directores tras las cámaras. Stanley Kubrick, que realizó un gran trabajo con "Espartaco" pese a ser su película más impersonal y la que le dejó claro que no volvería a dirigir a las órdenes de algo que no fueran sus pelotas... Y Ridley Scott al otro lado del cuadrilátero. Director algo irregular pero que parió "Alien" o "Blade Runner" y que en "Gladiator" aunó todos los esfuerzos para lograr una obra bastante redonda.
Cada uno dirige de manera diferente su obra. Mientras que Kubrick consiguió centrar esfuerzos en los entresijos de la política romana, que son los que marcan la segunda mitad de "Espartaco" tras su aventurera primera mitad, Scott centra sus esfuerzos más en la mencionada épica. La batalla inicial en Germania o los diferentes duelos en la árena sirven de 'pan y circo' para el espectador sediento de acción y sangre. Diferente cine, para diferente público o época. Ambos totalmente válidos.
Reparto
Hoy en día es inevitable pensar en que el personaje de Máximo interpretado por Russell Crowe es uno de los iconos del celuloide. No falta razón. Pero la realidad es que el australiano llevaba buena racha pero no era una superestrella pese al estreno de "L.A.Confidential" o "El dilema". Al otro lado tenemos a un Kirk Douglas que produce y manda, y se guarda el papel importante al más puro estilo John Wayne en "El Álamo".
Junto a ellos, la ristra de secundarios es de renombre. Algo menor en "Gladiator" donde Joaquim Phoenix todavía no era una estrella, y tenemos a Richard Harris u Oliver Reed como veteranos en el reparto. Pero en "Espartaco", además de Tony Curtis, nos encontramos con Laurence Olivier, Charles Laughton o Peter Ustinov. Casi nada.
Batallas
En "Espartaco", decía que Kubrick centraba la trama mucho en el aspecto político. De este modo tras el reclutamiento, entrenamiento, duelo en la arena ante "El sargento negro" y posterior fuga, el personaje de Kirk Douglas perderá peso y protagonismo. Sus grandes victorias no serán más que narradas en Roma, y pasarán de puntillas. Eso sí, Los preparativos de la batalla final entre romanos y esclavos libres es de diez. La batalla en si no durará mucho, pero está rodada con el tono épico necesario para ser la batalla final.
En "Gladiator" la gran batalla está en su inicio, en Germania. También es en los preparativos y en el inicio se la misma, con las flechas incendiarias, donde sale ganando. Sensacional batalla, si bien en "Gladiator" mi escena de combate favorita es esa escenificación de la batalla contra los cartagineses, donde la Cenicienta dará la campanada y los gladiadores de Máximo salen victoriosos con ingenio y trabajo en equipo. Pura diversión.
Frase mítica
Aquí también vamos a tener hostias (con perdón). Es mítico el momento de "Yo soy Espartaco", con todos los esclavos, hechos prisioneros levantándose para mostrar su orgullo de sentirse parte de algo. Escenón que todo el que haya visto la película habrá repetido en más de una ocasión. Sin embargo, "Gladiator" no se queda atrás, y el discurso de Máximo ante Comodo es historia viva del cine moderno.
"Mi nombre es Máximo Décimo Meridio, Comandante de los ejércitos del Norte...". En esa escena, Crowe se llevó el Óscar, no cabe la menor duda. Y la película llegó a esa epicidad necesaria para ser inmortal.
Banda Sonora
Alex North compuso la banda Sonora de "Espartaco", con los clásicos sonidos que el cine de romanos requería. Sin grandes alardes, logró una música efectiva pero que sirve para rellenar el inerludio o Descanso en las proyecciones de aquella época. La escuchas y ves a los romanos atravesar la Vía Augusta o lo que se tercie.
En "Gladiator" es Hans Zimmer el que coge prestados algunos de sus momentos de otras BSO's como "La delgada línea roja" y los mejora. De hecho una parte importante de la partitura serviría posteriormente a "Piratas del Caribe". Pero es su colaboración con la cantante Lisa Gerrard, en el tema "Now You're free" donde el espectador caerá rendido.
Balance Final
Si queríais que escogiera entre papá o mamá, siento que os llevéis un chasco. Espero que los ingredientes aquí expuestos os sirvan para poner en valor muchos momentos de ambas películas. Lo que está claro es que me es difícil escoger. En mi infancia era "Quo Vadis" mi película de romanos favorita. Pero "Espartaco" se ganaría mi corazoncito, sobretodo con su fulgurante arranque hasta la liberación y esa batalla final y el "Yo soy Espartaco".
Pero por otro lado "Gladiator" es una de las películas que más he disfrutado en una sala de cine. Encantado de haberla descubierto y haber ido (solo) a verla. Una de romanos que tenía buena pinta y que me entusiasmó desde el primer fotograma. Desde ese homenaje a "Senderos de gloria" (de Kubrick, cosas de la vida) en su tramo inicial.
En mi último visionado de "Espartaco" he descubierto un cine políticamente armado y orquestado con mucho mimo, y víctima de su época (post caza de brujas). Que propone algo diferente al "Espartaco" que conocía de pequeño (el de las gestas) o a la acción sin frenos que nos muestra "Gladiator". En definitiva, uno tiene grandísimos ingredientes de cine clásico, y el otro es un entretenimiento perfectamente armado con una trama que engancha. No son iguales, pero beben del aroma del Péplum y, en lo suyo, son posiblemente los dos mejores exponentes. Dependiendo del día, quizás abrace más una u otra propuesta, pero ambas son sensacionales.
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