El último obstáculo (Michael Winner, 1969)

Hoy toca una de evasiones. Si en "La gran evasión" veíamos evasiones en motocicleta, bicicleta, barco o avión; Si en "El Coronel Von Ryan" veíamos un tren para huir a Suiza... en "El último obstáculo" nuestro protagonista, un borrachillo Oliver Reed, intentaba cruzar la frontera como Hannibal lo hiciera 2000 años antes, en elefante.

Inspirado en la historia de Olga, una elefante que sobrevivió en el Zoo de Viena, se elaboró la historia de Lucy, una elefante cuyo cuidador, Brooks (Oliver Reed) debe llevarle a otro Zoo de Austria para evitar los bombardeos aliados durante la II Guerra Mundial. Por el camino, no obstante, acabará variando el rumbo e intentando cruzar la frontera suiza.

La película parte de una premisa difícil de creer. Pero, tranquilos, en todo momento se denota el tono de comedia y, en algunos momentos, cierto tramo infantil. A fin de cuentas, una película con un elefante por protagonista debería ser destinada más a los pequeños de la casa antes que a los grandes amantes del cine bélico. El equilibrio, clave, supondría conseguir que sea un film familiar para todos los gustos, pero por desgracia "El último obstáculo" no acaba cumpliendo.

No lo hace por cometer el error de desviarse excesivamente pronto del camino que debería llevar. Más allá de algunas escenas bélicas, llegaremos a ver a un hombre cayendo desde larga altura en un plano que corta la respiración y, a fin de cuentas, los nazis son traicioneros y nazis hasta la médula, con mención especial a Wolfgang Preiss, uno de los grandes secundarios del cine bélico y que aquí tiene el rol del Coronel que quiere dar caza y captura a Brooks y Lucy. A los amantes del cine bélico, destacar también la cómica presencia en un pequeño papel de James Donald, experto en papeles de prisionero de guerra y de Médico, pero que aquí hace de cura (y prisionero de guerra).

Tras un inicio que nos acerca a la comedia y al cine familiar, poco a poco la película se separará. La sucesión de escenas de acción y algún amago de subtramas hace que la cámara se olvide en el tramo central del elefante, grave error siendo el auténtico protagonista de la película (o debiendo serlo). Es ahí cuando si véis la película con los pequeños de la casa os iréis dando cuenta poco a poco del error. No es una película destinada a ellos por mucho que la primera media hora desprenda algunos momentos cercanos a la simpatía del ratoncito Disney.

Pero esto no es "Dumbo" y la guerra hará acto de presencia. Sin la crudeza para ser un film duro, pero con algunas escenas no aptas para los peques. Si a eso añadimos un humor un tanto infantil que no acaba de convencer salvo en contadas ocasiones, con esa escena en la que la gran Lucy, sin querer, conseguirá que descarrile un tren militar alemán como excepción a la regla, la película acabará pareciéndonos tan pesada como el animalito en cuestión.

"El último obstáculo" es una producción, en definitiva, fallida, debido a que no acaba de apostar por una vía de entretenimiento. El montaje, con esa mezcla de tramas y escenas con la resistencia o los prisioneros escapados liándola parda, acaba siendo también fallido. Si bien no estamos ante una película ni mucho menos pésima, sí estamos ante un ejercicio un tanto regulero de cine bélico, y al mismo tiempo un como mucho aceptable ejercicio de comedia bélica.

La relación de ¿amistad? entre Brooks y el elefante es de lo poco logrado, junto a la presencia de un soldado alemán que se ve a la legua desde el principio que será un buenazo, al mismo tiempo que uno sabrá como debe acabar el asunto. La presencia del animal en cuestión es menor de la que cabía esperar y ahí también tenemos otro de los problemas de la película, que no ofrece lo que uno espera. Y no, no esperaba una joya del cine bélico ni mucho menos, pero sí pasar un rato entretenido y apuntarme un título a ver con mi hijo el día de mañana. No creo que lo haga, visto el remate final. Si a pesar de la crítica sentís curiosidad por la película, la tenéis actualmente en el catálogo de Prime Video.

Como curiosidades del rodaje, Oliver Reed dedicó una semana a entrenar como cuidar a Aida, la elefante que realizaba el papel de Lucy. También llegó a insistir en dormir tres noches con el elefante para conseguir afinidad, algo que al director Michael Winneer le parecía un disparate. Al mismo tiempo, en palabras del director, Oliver Reed se dedicaba a ir borracho por el hotel, llegando a mear en la bandera de Austria, toda una deshonra.

Por último, el director en su biografía posterior destacaría lo mucho que le disgustó observar como los extras austriacos vestían orgullosos su uniforme de soldados de las SS, hasta el punto de sonreir sacándose las fotos, con esvásticas incluidas. 

Nota: 4

Lo Mejor: El elefante, que no tiene culpa de que una película de ambiente familiar se torne algo oscura sin venir a cuento.
Lo Peor: Que, a diferencia de sus protagonistas, no sepa encontrar el camino para llegar a buen puerto

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