«Escuadrón de la muerte» (The Kill Team), disponible en Netflix, es una película norteamericana de bajo presupuesto ambientada en la Guerra de Afganistán e inspirada en hechos reales. En ella se nos muestra la vida de un pelotón encargado de labores de vigilancia (y redadas) que acaba cometiendo asesinatos indiscriminados. El joven recluta Andrew Briggman (Nat Wolff) es el protagonista principal de una trama donde toca destacar la labor de Alexander Skarsgard como el Sargento Deeks, ese padre con sus "chavales" que acaba siendo el artífice de tanta barbarie.
Con un punto de partida atractivo y sin necesidad de un sólo combate en toda la producción, en apenas hora y media se nos muestra el tedio que podían padecer esas máquinas de guerra relegadas a labores de segunda o tercera fila. Hombres con ganas de entrar en combate, con rabia acumulada, y con un superior al mando capaz de comerles el cerebro y justificar sus actos... una especie de bestias a las que se les quitan los grilletes y las correas y se les deja campar a sus anchas.
Sobresale ahí nuestro personaje principal. Ese bicho raro que arranca el film orgulloso de ser un marine, como su padre, si bien este trabaja en labores de oficina. Que poco a poco pretende crecer dentro de su pequeño pelotón, y que contempla los horrores de las minas sobre los soldados. Pero la guerra es muy perra y, sin entrar en combate, poco a poco va devorando su ímpetu inicial a medida que descubre con quienes comparte vestuario, hasta el punto de poner en duda a sus compañeros y superior y generarnos el eterno debate de qué se debe hacer en una situación así: ¿Acusar y ser repudiado por los compañeros por chivato, con miedo al vacío y/o a la muerte, o tomar parte activa en ese cruel y despiadado juego que nada tiene que ver con la guerra?
El director y guionista Dan Krauss lleva a la gran pantala su corto documental "The Kill Team", para convertirlo en un largometraje que no alcanza los 90 minutos. Esa corta duración ayuda a que el espectador pueda devorar cada segundo del metraje sin que se llegue a hacer pesado. Quizá la historia no aporte mucho y quien haya visto el corto documental no necesite de una ficción para entrar en la historia. Pero para quienes no la conozcan, "Escuadrón de la muerte" es un acertado ejercicio de drama bélico que nos mete de lleno en una peligrosa tesitura.
A medida que avanza la trama, acabamos entrando de lleno en el terror y el suspense que genera esa sensación de "Bullying" entre compañeros de clase. El joven que se había conseguido poco a poco ganar el respeto de sus compañeros y que de golpe pone en duda lo que sus chulos matones proponen. El joven que acaba siendo amenazado por su sargento y siente miedo en cada paso que da, no de una mina, si no del fuego ¿amigo?.
Con buen pulso, Krauss consigue generarnos esa sensación de desasosiego que posiblemente tendría el protagonista principal en una situación así, y en el tramo final de la película tememos en todo momento sin saber qué puede suceder. Esa incertidumbre es el punto fuerte de una película que se deja cocer a fuego lento. No aporta realmente nada novedoso al cine bélico, y tampoco a esas historias sobre atropellos contra la humanidad que vimos de la mano de Brian de Palma ("Corazones de hierro" y "Redacted"), pero nos deja un interesante producto fácil de digerir.
A destacar la buena labor de su joven reparto, encabezado por un Natt Wolf que le dota de mucho realismo a su personaje, y con un Skarsgard dispuesto a hacer totalmente creíble esa bestia suelta con su pedazo de corazoncito (esa escena hablando con su hijo vía internet) que es el nuevo Sargento que lidera el pelotón. Con poco presupuesto, los mimbres justos y necesarios, y pocos extras, "Escuadrón de la muerte" es una correcta película bélica que demuestra que se puede hacer cine bélico sin necesidad de contar grandes batallas repletas de sangre.
Para quien quiera disfrutar de una película relativamente reciente (de 2019, estrenada en EEUU, pero en España únicamente en formato físico), en Netflix está disponible desde principios de mes.
Nota: 6
Lo Mejor: El reparto, capaz de sostenter la película hasta ese tramo final con una acertadísima tensión.
Lo Peor: Lo poco que aporta al mundo cinematográfico incluso dentro del género.
Con un punto de partida atractivo y sin necesidad de un sólo combate en toda la producción, en apenas hora y media se nos muestra el tedio que podían padecer esas máquinas de guerra relegadas a labores de segunda o tercera fila. Hombres con ganas de entrar en combate, con rabia acumulada, y con un superior al mando capaz de comerles el cerebro y justificar sus actos... una especie de bestias a las que se les quitan los grilletes y las correas y se les deja campar a sus anchas.
Sobresale ahí nuestro personaje principal. Ese bicho raro que arranca el film orgulloso de ser un marine, como su padre, si bien este trabaja en labores de oficina. Que poco a poco pretende crecer dentro de su pequeño pelotón, y que contempla los horrores de las minas sobre los soldados. Pero la guerra es muy perra y, sin entrar en combate, poco a poco va devorando su ímpetu inicial a medida que descubre con quienes comparte vestuario, hasta el punto de poner en duda a sus compañeros y superior y generarnos el eterno debate de qué se debe hacer en una situación así: ¿Acusar y ser repudiado por los compañeros por chivato, con miedo al vacío y/o a la muerte, o tomar parte activa en ese cruel y despiadado juego que nada tiene que ver con la guerra?
El director y guionista Dan Krauss lleva a la gran pantala su corto documental "The Kill Team", para convertirlo en un largometraje que no alcanza los 90 minutos. Esa corta duración ayuda a que el espectador pueda devorar cada segundo del metraje sin que se llegue a hacer pesado. Quizá la historia no aporte mucho y quien haya visto el corto documental no necesite de una ficción para entrar en la historia. Pero para quienes no la conozcan, "Escuadrón de la muerte" es un acertado ejercicio de drama bélico que nos mete de lleno en una peligrosa tesitura.
A medida que avanza la trama, acabamos entrando de lleno en el terror y el suspense que genera esa sensación de "Bullying" entre compañeros de clase. El joven que se había conseguido poco a poco ganar el respeto de sus compañeros y que de golpe pone en duda lo que sus chulos matones proponen. El joven que acaba siendo amenazado por su sargento y siente miedo en cada paso que da, no de una mina, si no del fuego ¿amigo?.
Con buen pulso, Krauss consigue generarnos esa sensación de desasosiego que posiblemente tendría el protagonista principal en una situación así, y en el tramo final de la película tememos en todo momento sin saber qué puede suceder. Esa incertidumbre es el punto fuerte de una película que se deja cocer a fuego lento. No aporta realmente nada novedoso al cine bélico, y tampoco a esas historias sobre atropellos contra la humanidad que vimos de la mano de Brian de Palma ("Corazones de hierro" y "Redacted"), pero nos deja un interesante producto fácil de digerir.
A destacar la buena labor de su joven reparto, encabezado por un Natt Wolf que le dota de mucho realismo a su personaje, y con un Skarsgard dispuesto a hacer totalmente creíble esa bestia suelta con su pedazo de corazoncito (esa escena hablando con su hijo vía internet) que es el nuevo Sargento que lidera el pelotón. Con poco presupuesto, los mimbres justos y necesarios, y pocos extras, "Escuadrón de la muerte" es una correcta película bélica que demuestra que se puede hacer cine bélico sin necesidad de contar grandes batallas repletas de sangre.
Para quien quiera disfrutar de una película relativamente reciente (de 2019, estrenada en EEUU, pero en España únicamente en formato físico), en Netflix está disponible desde principios de mes.
Nota: 6
Lo Mejor: El reparto, capaz de sostenter la película hasta ese tramo final con una acertadísima tensión.
Lo Peor: Lo poco que aporta al mundo cinematográfico incluso dentro del género.
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