Hoy toca una ración de cine aéreo de la mano de uno de los mejores directores de cine de aventuras de finales de los años 30: Michael Curtiz, director de, entre otras "La carga de la brigada lígera" y "Robin de los bosques" y durante años ligado con Errol Flynn. Sin embargo, una vez apartado de los proyectos de Flynn (sustituido por Raoul Walsh), pero todavía con Warner, Curtiz dirigió este drama bélico titulado "Capitanes de las nubes".
Cambio de Estrella
Apenas un año antes, Curtiz ya había llevado a cabo un proyecto para enaltecer a las fuerzas aéreas en "Dive Bomber" (1941). En aquella ocasión, todavía Flynn era la estrella. No se trataba estrictamente de un largometraje bélico, ya que tenía lugar en una base militar de entrenamiento, en este caso probando la eficacia de unos bombardeos en picado (de ahí el título). Era 1941 y Estados Unidos tenía política no intervencionista. Sin embargo, Warner decidió entonces dar un paso más hacia el intervencionismo con el rodaje de "Capitanes de las nubes". Contó con un director Top de su compañía y con otra gran estrella: James Cagney.
Rumbo al combate
En esta ocasión, la película sí avanzaba un paso más allá en la lucha contra el nazismo. Y la escena final contenía un combate aéreo. Alguno preguntará, ¿Y por qué no los japoneses?. El bombardeo a Pearl Harbor fue en 1941, con la película ya acabada, pero esta no se estrenaría hasta principios de 1942 (febrero). Es decir, fue un largometraje hecho para apoyar el intervencionismo, y dedicado a las Real Fuerza Aérea Canadiense (RCAF) que combatía por los cielos de Europa al enemigo alemán.
Seguía, de este modo, la estela de "Un americano en la RAF", con la idea clara de que la guerra en Europa, más allá de una aventura, era una lucha en la que Estados Unidos debía tomar parte. En un momento de la película, un oficial a la hora de "entregar las alas" a los pilotos que han pasado el entrenamiento previo, comienza a nombrar los lugares de donde dichos pilotos proceden: Diferentes zonas de Canadá, Australia, Nueva Zelanda... incluso Argentina, junto a pilotos norteamericanos que habían cruzado el Paralelo 49 para poder enrolarse y luchar al enemigo (un poco en la línea de Ben Affleck en "Pearl Harbor").
¿De qué va? (Spoilers)
La película nos habla del enfrentamiento entre dos pilotos. Un duelo de titanes de dos civiles que se encargan de pilotar aeronaves por los lagos y bosques de Canadá para diferentes funciones. El duelo de estos dos ases de la aviación choca por el amor de una mujer, que será el paso determinante de la primera mitad de la película. De este modo, medio film es dedicado al triángulo amoroso, pero con un final diferente al clásico de la época. Aquí el malhumorado James Cagney se acaba llevando a la mujer y casándose con ella, simplemente para que esta "no arruine" la vida de Johnny, el otro piloto en cuestión. Un día después de casarse, la abandonará dejándole dinero. Por lo tanto, aquí el amor platónico de los dos personajes acaba siendo una buscona, en un discurso un tanto machista.
¿Y la guerra? La guerra tendrá que esperar. Ese momento será clave para que Johnny acabe enrolándose en las Fuerzas Aéreas tras un desfile militar. Posteriormente, el protagonista principal, Brian McLean (Cagney) acabará junto a otros amigos, yendo a filas. Al ser veteranos no les dejarán ser pilotos de combate, pero sí son útiles como instructores. A Cagney no le hará gracia esta idea y acabará revelándose, y en su intento por ayudar a aprobar a un joven, acabará con el avión en el agua y con éste con heridas graves. Expulsado del ejército, verá como por su culpa otro amigo muere. Y en una especie de redención, acabará consiguiendo colarse en un bombardeo rumbo a Inglaterra.
Escena bélica
Una única escena bélica, al final de la película, para dar punto y final a un drama sobre la aviación. Como decía, es un paso más allá de Curtiz tras "Dive bomber", pero a diferencia de una interesante y labrada historia, aquí tenemos un drama romántico que no acaba de llenarnos en el primer tramo, una pequeña dosis de entrenamientos e instrucción militar, un tanto escasa... y para los amantes del cine bélico, apenas los últimos ¿cinco minutos? (siendo generosos) con un duelo contra un Messerschmitt alemán. Pobre bagaje si adoras el género, pero al menos un pequeño chupito tras largos 105 minutoss de espera. De la escena en cuestión no hablaré por respeto al clímax de un largometraje poco conocido. Sin ser nada del otro mundo, se deja ver.
¡Europa te necesita!
Dos son los momentos clave de la película a la hora de conseguir adeptos a la causa. En primer lugar, Johnny, desesperado al haber perdido a su prometida, acaba deambulando por Ottawa cuando asiste a un desfile militar donde se van viendo, una a una, las diferentes fuerzas y cuerpos armados del país norteamericano. Finalmente acabará allá donde más útil puede ser: En las Fuerzas aéreas, al ser un experimentado piloto en la vida civil.
En cuanto a McLean y el resto de compañeros, que no parecen gente muy dada al patriotismo, escuchan, dentro de una de sus múltiples borracheras de bar, el llamamiento de Winston Churchill. El ya famoso discurso postDunkerque, que concluye con la petición de que "el nuevo mundo acuda al rescate del viejo mundo". Cagney y sus amigos (entre ellos, Alan Hale, Little John en "Robin de los bosques") deciden en ese momento que estar en casa bebiendo alcohol no ayuda en nada al mundo y que para ser personas de provecho deben aportar su granito de arena combatiendo el fascismo.
Este discurso de Churchill será aprovechado en el desenlace de la película, mientras numerosos bombarderos canadienses sobrevuelan el Atlántico para llegar a Gran Bretaña, en un claro mensaje donde todo el mundo debe ayudar a acabar con ese enemigo común.
Crítica
"Capitanes de las nubes" es un aceptable documento de la época. Rodada en Technicolor en una época (años 40) donde la mayoría del cine era en blanco y negro, indica claramente la intención de la productora de hacer de ella un evento taquillero de la época. Cagney era una de las estrellas del momento y no se escatimó en lo necesario en cuanto a efectos especiales para las escenas aéreas. Y la producción llegó a recibir dos nominaciones a los Óscars: Diseño de Producción en Color, y Fotografía en Color (en aquella época se dividía en dos algunas categorías).
Se trata de un drama que no deja en muy buen lugar a la mujer, con una primera parte que parece ser la típica historia de amor (y en cierto modo, lo es) y que acaba siendo otra cosa. El momento en que parecen ir a la guerra es la parte más interesante de la película. Pero la escasez de escenas en ese apartado (el campo de entrenamiento) y la falta de acción del filme le hace caer por su propio peso. No se trata de una mala película. Pero dentro de la época las hay mucho más interesantes, mucho más emocionantes, y con mucha mayor dosis de cine bélico. Incluso como drama... hay mejores dramas con fondo bélico en aquellos años 40.
Nota: 5
Lo Mejor: La parte del entrenamiento y las escenas aéreas (siempre teniendo en cuenta la época)
Lo Peor: No acaba de convencer ni como historia romántica, ni como drama. Mucho menos como cinta bélica.
Cambio de Estrella
Apenas un año antes, Curtiz ya había llevado a cabo un proyecto para enaltecer a las fuerzas aéreas en "Dive Bomber" (1941). En aquella ocasión, todavía Flynn era la estrella. No se trataba estrictamente de un largometraje bélico, ya que tenía lugar en una base militar de entrenamiento, en este caso probando la eficacia de unos bombardeos en picado (de ahí el título). Era 1941 y Estados Unidos tenía política no intervencionista. Sin embargo, Warner decidió entonces dar un paso más hacia el intervencionismo con el rodaje de "Capitanes de las nubes". Contó con un director Top de su compañía y con otra gran estrella: James Cagney.
Rumbo al combate
En esta ocasión, la película sí avanzaba un paso más allá en la lucha contra el nazismo. Y la escena final contenía un combate aéreo. Alguno preguntará, ¿Y por qué no los japoneses?. El bombardeo a Pearl Harbor fue en 1941, con la película ya acabada, pero esta no se estrenaría hasta principios de 1942 (febrero). Es decir, fue un largometraje hecho para apoyar el intervencionismo, y dedicado a las Real Fuerza Aérea Canadiense (RCAF) que combatía por los cielos de Europa al enemigo alemán.
Seguía, de este modo, la estela de "Un americano en la RAF", con la idea clara de que la guerra en Europa, más allá de una aventura, era una lucha en la que Estados Unidos debía tomar parte. En un momento de la película, un oficial a la hora de "entregar las alas" a los pilotos que han pasado el entrenamiento previo, comienza a nombrar los lugares de donde dichos pilotos proceden: Diferentes zonas de Canadá, Australia, Nueva Zelanda... incluso Argentina, junto a pilotos norteamericanos que habían cruzado el Paralelo 49 para poder enrolarse y luchar al enemigo (un poco en la línea de Ben Affleck en "Pearl Harbor").
¿De qué va? (Spoilers)
La película nos habla del enfrentamiento entre dos pilotos. Un duelo de titanes de dos civiles que se encargan de pilotar aeronaves por los lagos y bosques de Canadá para diferentes funciones. El duelo de estos dos ases de la aviación choca por el amor de una mujer, que será el paso determinante de la primera mitad de la película. De este modo, medio film es dedicado al triángulo amoroso, pero con un final diferente al clásico de la época. Aquí el malhumorado James Cagney se acaba llevando a la mujer y casándose con ella, simplemente para que esta "no arruine" la vida de Johnny, el otro piloto en cuestión. Un día después de casarse, la abandonará dejándole dinero. Por lo tanto, aquí el amor platónico de los dos personajes acaba siendo una buscona, en un discurso un tanto machista.
¿Y la guerra? La guerra tendrá que esperar. Ese momento será clave para que Johnny acabe enrolándose en las Fuerzas Aéreas tras un desfile militar. Posteriormente, el protagonista principal, Brian McLean (Cagney) acabará junto a otros amigos, yendo a filas. Al ser veteranos no les dejarán ser pilotos de combate, pero sí son útiles como instructores. A Cagney no le hará gracia esta idea y acabará revelándose, y en su intento por ayudar a aprobar a un joven, acabará con el avión en el agua y con éste con heridas graves. Expulsado del ejército, verá como por su culpa otro amigo muere. Y en una especie de redención, acabará consiguiendo colarse en un bombardeo rumbo a Inglaterra.
Escena bélica
Una única escena bélica, al final de la película, para dar punto y final a un drama sobre la aviación. Como decía, es un paso más allá de Curtiz tras "Dive bomber", pero a diferencia de una interesante y labrada historia, aquí tenemos un drama romántico que no acaba de llenarnos en el primer tramo, una pequeña dosis de entrenamientos e instrucción militar, un tanto escasa... y para los amantes del cine bélico, apenas los últimos ¿cinco minutos? (siendo generosos) con un duelo contra un Messerschmitt alemán. Pobre bagaje si adoras el género, pero al menos un pequeño chupito tras largos 105 minutoss de espera. De la escena en cuestión no hablaré por respeto al clímax de un largometraje poco conocido. Sin ser nada del otro mundo, se deja ver.
¡Europa te necesita!
Dos son los momentos clave de la película a la hora de conseguir adeptos a la causa. En primer lugar, Johnny, desesperado al haber perdido a su prometida, acaba deambulando por Ottawa cuando asiste a un desfile militar donde se van viendo, una a una, las diferentes fuerzas y cuerpos armados del país norteamericano. Finalmente acabará allá donde más útil puede ser: En las Fuerzas aéreas, al ser un experimentado piloto en la vida civil.
En cuanto a McLean y el resto de compañeros, que no parecen gente muy dada al patriotismo, escuchan, dentro de una de sus múltiples borracheras de bar, el llamamiento de Winston Churchill. El ya famoso discurso postDunkerque, que concluye con la petición de que "el nuevo mundo acuda al rescate del viejo mundo". Cagney y sus amigos (entre ellos, Alan Hale, Little John en "Robin de los bosques") deciden en ese momento que estar en casa bebiendo alcohol no ayuda en nada al mundo y que para ser personas de provecho deben aportar su granito de arena combatiendo el fascismo.
Este discurso de Churchill será aprovechado en el desenlace de la película, mientras numerosos bombarderos canadienses sobrevuelan el Atlántico para llegar a Gran Bretaña, en un claro mensaje donde todo el mundo debe ayudar a acabar con ese enemigo común.
Crítica
"Capitanes de las nubes" es un aceptable documento de la época. Rodada en Technicolor en una época (años 40) donde la mayoría del cine era en blanco y negro, indica claramente la intención de la productora de hacer de ella un evento taquillero de la época. Cagney era una de las estrellas del momento y no se escatimó en lo necesario en cuanto a efectos especiales para las escenas aéreas. Y la producción llegó a recibir dos nominaciones a los Óscars: Diseño de Producción en Color, y Fotografía en Color (en aquella época se dividía en dos algunas categorías).
Se trata de un drama que no deja en muy buen lugar a la mujer, con una primera parte que parece ser la típica historia de amor (y en cierto modo, lo es) y que acaba siendo otra cosa. El momento en que parecen ir a la guerra es la parte más interesante de la película. Pero la escasez de escenas en ese apartado (el campo de entrenamiento) y la falta de acción del filme le hace caer por su propio peso. No se trata de una mala película. Pero dentro de la época las hay mucho más interesantes, mucho más emocionantes, y con mucha mayor dosis de cine bélico. Incluso como drama... hay mejores dramas con fondo bélico en aquellos años 40.
Nota: 5
Lo Mejor: La parte del entrenamiento y las escenas aéreas (siempre teniendo en cuenta la época)
Lo Peor: No acaba de convencer ni como historia romántica, ni como drama. Mucho menos como cinta bélica.
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