"Tobruk" (Arthur Hiller, 1967) MISIONES SUICIDAS

Llega el primer lunes de mayo y, con él, una nueva entrega de una de las secciones estrella de este 2020: #MisionesSuicidas. Tras volver a Noruega de la mano de la RAF en "Escuadrón 633" he pensado que mejor coger un poquito de calor tras el frío nórdico y trasladarnos de lleno al Norte de África, con una de esas cintas clásicas de la gran década de los 60: "Tobruk".

Objetivo: Destruir los cañones que sirven para defender la fortificación de Tobruk, en manos de los alemanes en 1942, para facilitar así el trabajo del desembarco de tropas para destruir los depósitos de combustible del Afrika Korps.


Operativo: Un grupo compuesto por judíos alemanes, que ejercerán el rol de soldados del III Reich, y un comando británico que ejercerá el rol de prisioneros. Tendremos también a un experto en el Norte de África encargado de poderles guiar por el camino, el Mayor Craig (Rock Huson). El objetivo será llegar a Tobruk, destruir los cañones aprovechando el bombardeo de la RAF, y posteriormente salir huyendo habiendo facilitado el desembarco de tropas.

Cómo transcurre en realidad
La primera incursión cinematográfica reside en rescatar al Mayor Craig, prisionero en el Argel de la Francia de Vichy. Cuando va a ser transportado en barco para ser entregado a los alemanes, un comando liderado por el capitán Bergman (George Peppard) le rescatará.

Una vez explicada la misión por parte del Coronel Harker (Nigel Green), al Mayor Craig no le queda otra que aceptar la suicida labor y acompañarles. El primer peligro en el camino, a pesar de viajar infiltrados, reside en el descubrimiento de tanques italianos. Por la noche aparecerán en el horizonte blindados alemanes, y en una gran maniobra, dispararán obuses a ambos enemigos para que ellos crean que se están disparando entre sí. Y, aprovechando el fragor de la batalla, salir huyendo.

El segundo peligro en el camino consistirá en sortear un campo de minas. El mayor Craig, especialista en esto, ordenará parar el raid y, con ayuda del personaje interpretado por George Peppard, se encargará de descubrir las minas y hacerlas estallar sin peligro alguno para el comando.

El tercer peligro en el camino, y el primero que causará importantes bajas, será la llegada de un avión aliado que, al descubrir un convoy alemán (recordemos que iban infiltrados) se liará a tiros con los allí presentes. Finalmente el Mayor Craig abatirá el avión, acabando con la vida de un piloto "de los suyos".

El cuarto peligro estalla tras el descubrimiento de unos Tuareg con quienes acabarán negociando la liberación de dos prisioneros británicos que resultan ser germanófilos, un padre y su hija. Uno de los miembros que hacen el rol de soldados alemanes (Guy Stockwell) resulta ser un espía y se chiva a los dos prisioneros para que se escapen y llamen por teléfono a Tobruk para desvelar las intenciones del convoy. Finalmente serán disparados por una patrulla italiana y, una vez recuperada a la mujer, malherida, esta será asesinada por el "espía alemán".

Finalmente llega el quinto peligro. La misión final, la última pantalla del videojuego de Arthur Hiller. En ella no salen las cosas como estaban previstas. La acumulación de tanques alemanes obliga al comando a cambiar la misión e intentar avisar por todos los medios a la marina para aborten el desembarco. Posteriormente, intentarán, como puedan, hacer volar el suministro de combustible. El bombardeo aliado destruirá la antena de radio, obligando al comando a avisar por otros medios.

Conseguirán informar a los barcos para abortar el desembarco y, lanzallamas en mano y con explosivos destruyen los puestos de defensa enemigos (los cañones, a modo Navarone) para que los buques aliados no sufran bajas. Pero las innumerables tropas alemanas les rodean en la playa a los supervivientes. El capitán Bergman logrará rodear al enemigo y, con el lanzallamas, cargarse a unos cuantos de esos infelices (tanques incluidos), y en medio de todo eso, el Mayor Craig y tres hombres más logran hacerse con el poder de un tanque alemán y ponen rumbo al depósito de combustible.

En la playa los británicos resisten las envestidas enemigas para ganar tiempo, mientras el tanque hace estragos destruyendo el depósito de combustible de Rommel, algo clave en el devenir de la guerra. Una vez cumplida la misión, las tropas británicas se rinden, si bien en un último ataque de orgullo, el Coronel Harker será abatido a balazos tras eliminar al espía alemán que tanto les había costado. El Mayor Craig y tres hombres logran alcanzar la costa para ser rescatados por una barcaza.

Balance de la Misión (Suicidómetro) 8,5/10
No cabe la menor duda de que la misión es suicida a todas luces. Atravesar el desierto como Pedro por su casa sin ser descubiertos, evitar incluso las filtraciones de un espía, sobrevivir a ataques de los dos bandos o a un campo de minas para entrar en la boca del lobo y destruir los depósitos de combustible. Sin duda era una misión donde escapar vivo de allí, sin ser hecho prisionero, era prácticamente una quimera. Eso sí, que cuatro tíos en un tanque sean capaces de destruir todos el combustible del Afrika Korps es una fantasmada de las grandes y le resta, como el hecho de que los peligros por el camino no sean tan "devastadores".

Crítica
"Tobruk" es un ejercicio de entretenimiento bélico puro y duro. Una de esas películas que en los años 60 se hicieron como churros, sobre comandos en misiones suicidas. El tiempo ha dejado a la película en un lugar destacado dentro del subgénero posiblemente más por la fama del film y la tierna infancia de quienes la vimos que como el paso del tiempo la ha tratado. Interesante en su planteamiento y sin excesivas fisuras, tampoco llega en ningún momento a dar la sensación de peligro o grandeza de otras películas top del género.

La Banda Sonora inicial augura casi una película del Antiguo Egipto o una de romanos antes que un film bélico. Grandilocuente a más no poder y con toques más cercanos al clasicismo de la antigüedad que a la gran melodía que Maurice Jarre compondría para "Lawrence de Arabia". Pero no vamos a achacar a la música de falsa publicidad del producto. "Tobruk" es una interesante y entretenida producción a la que los efectos especiales le quedaron algo obsoletos relativamente pronto.

Aún así, como digo, el planteamiento de la misión desde el inicio, como trasncurre el nudo y el explosivo final, ayudan a que el espectador pueda disfrutarla cuando la encuentra en el canal de turno de la tele mientras hace zapping en el sofá. Una película disfrutable a todas luces, pero que le cuesta coger el ritmo trepidante que la pudiera hacer eterna. ¿Qué le falla? Para comenzar, un final algo más trabajado, que se pierde entre tanta explosión.

Para continuar, toca hablar de algo que pasa desapercibido cuando uno lo ve en su infancia, y es ese discurso proisraelita que apesta a kilómetros. Que parte del comando sean alemanes judíos se puede entender y justificar, pero que una película aparentemente apolítica se muestre cada cierto rato empeñada en mostrar la nobleza de esos judíos que no les importa morir matando alemanes como si de una película de Tarantino se tratara, unida a ciertas frases como la de "Los días del judío errante han llegado a su fin, volveremos a casa" - ¿A Palestina? Le preguntará el personaje de Rock Hudson- mientras George Peppard responde: "A Israel". Juzguen ustedes mismos.

Fuera de ese tono político, las discusiones entre Peppard y Hudson son de lo más interesante de la película, con frases como la de "Mi madre no trajo al mundo ningún héroe". En todo momento el Mayor Craig está convencido de lo suicida de la misión y de que él lucha por sobrevivir, y no por ganar ni medallas, ni mucho menos la guerra. Es en esos afilados discursos donde conocemos algo más de los tres personajes principales.

No obstante, la película cae en la torpeza de pretender vender cierto cine de suspense en la aparición del espía alemán. En ningún momento se ve su rostro hasta el final, pero desde el primer plano todo el mundo sabe de quién se trata, perdiendo ese gancho que pudiera tener el que el espectador desconozca su identidad. Esa torpeza que haría llorar a Alfred Hitchcock, que tan bien ocultaba sus cartas, resta puntos a la producción.

Nos queda un entretenimiento con ciertas taras a pulir, y al que el paso del tiempo no ha tratado excesivamente bien. Pero un entretenimiento, al fin y al cabo, que merece la pena ver. Y más aún revisionar para una sección como esta. Porque puede ser mejor o peor película, pero era imprescindible analizar "Tobruk" si de comandos en #MisionesSuicidas estamos hablando.

Nota: 6,5

Lo Mejor: El punto de partida de la operación y como van apareciendo los problemas, con mención a la escena de las minas

Lo Peor: El final, un tanto atropellado como irreal, y ese tono proisraelita que no viene a cuento.


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