"36 horas" (George Seaton, 1965) #MaratónBelicosero

Arranca la segunda oleada del #MaratónBelicosero. En la cuenta de Twitter @micinebelico puse sobre la mesa cuatro temáticas a escoger, y el público votó con un 32% (casi 4% más que la segunda opción más votada) al cine de Espionaje bélico. Por ello, y tras la dura tarea de descartar a la recomendable "El hombre que nunca existió", he escogido "36 horas", una cinta no excesivamente conocida que hoy vengo a reivindicar.

Estrellas
La película la dirigió George Seaton cuya obra más famosa sería "Aeropuerto" y que en el cine bélico tuvo unas cuantas incursiones, todas repletas de suspense como "Espía por mandato", "Silencio de muerte" y la hoy comentada "36 horas". Su estrella principal es James Garner, a quienes muchos recordarán por su papel en "La gran evasión", siendo también protagonista principal de un título de submarinos: "Infierno bajo las aguas". La enfermera co-protagonista está interpretada por Eva Marie Saint ("Con la muerte en los talones") que en el género la hemos podido ver en "Éxodo" o "¡Que vienen los rusos!". Destacar que la Banda Sonora fue compuesta por Dimitri Tiomkin ("Los cañones de Navarone", "El Álamo"...).


¿De qué va?
"36 horas" nos sitúa a finales de mayo de 1944, en vísperas del Desembarco de Normandía. El Mayor Pike, conocedor de toda la operación, es enviado a Lisboa, momento en el cuál los alemanes le drogan y, una vez noqueado, es enviado a Stuttgart a un Hospital. Pero no parece un hospital cualquiera. Los alemanes hablan inglés y se han disfrazado de americanos. También se inventan que están en 1950, seis años después. El objetivo no es otro que intentar convencer a Pyke cuando despierte, de que sufre amnesia, que la guerra se ganó y de este modo, una vez relajado, intentar que suelte toda la información para conocer dónde y cuando será el desembarco.

Como si de "El show de Truman" fuera, todo está montado, y cualquier fallo, por imperceptible que parezca puede llevar al traste la operación. Entre ello, la aparición de un miembro de las SS dispuesto a torturar al prisionero si hiciera falta, en contra del objetivo del Doctor al mando de la Operación (interpretado por Rod Taylor), un hombre dispuesto a demostrar que su manera resulta más efectiva que las palizas de las SS.

Giros (Spoilers)
La película, como buena cinta de suspense, tiene sus necesarios giros para ir enviando al público de un lado a otro. Tras un inicio donde se nos muestra (siempre al espectador) los preparativos de la operación, el personaje principal picará, y tras insinuarle a la enfermera en un comentario muy inocente que la operación "tuvo lugar" en Normandía, es enviado a un intenso cuestionario del Doctor, que se muestra en todo momento dispuesto a "ayudar" a Pyke. Este acabará soltando toda la operación, descolocando al miembro de las SS (y al propio doctor) que no pensaban que tuviera lugar en Normandía.

Pero entonces llega el primer giro clave de la película. Al principio de la película, cuando está hablando en el Cuartel General sobre la Operación Overlord, Pyke se hace una pequeña herida con un mapa. Los alemanes le han mirado cuidadosamente el cuerpo, le han teñido para que parezca canoso... pero nadie se ha dado cuenta de esa imperceptible raja que provoca escozor al contacto con la sal y que hace sospechar a Pyke, que es consciente de que en seis años dicha herida habría debido cicatrizar. Sus sospechas se confirman cuando al intentar salir del Hospital militar y denegársele dicho "paseo" le avisa al Policia militar que viene el General, y éste hace el gesto de saludo alemán con los pies, delatándose y, confirmando las sospechas de Pyke.

El personaje principal de la trama intentará por todos los medios demostrar que sabía en todo momento el engaño y que lo de Normandía era falso. El oficial de las SS está de acuerdo con ello, no así el Doctor que tras analizar durante largo tiempo a Pyke sabe que él no mentía, y que la invasión será en Normandía. Pyke será torturado, pero una rápida acción del Ejército aliado, unido a la escasez de miras de un oficial cegado en pretender llevar la razón harán que los alemanes lleguen a creer que el desembarco tendrá lugar en Calais (tal y como querían creer que sería).

Pyke es enviado de nuevo al hospital, y en ese momento entrará el Doctor a informarle de que el desembarco de Normandía ha comenzado...Es la madrugada del día 6 de junio. Aquí llega el último giro del rompecabezas. Pyke se relaja y llega a confirmar que es Normandía el lugar. El Doctor, el personaje más listo de toda la película, le reconoce que el reloj estaba con la hora adelantada y aún es la noche del 5 de junio. Intenta avisar al Alto mando alemán, pero el Oficial de las SS, cegado en su razón, se negará a creer la información. Cuando amanece, el Desembarco de Normandía es un hecho.

Vencedores y vencidos
La película tiene un claro vencedor por encima de todo, y no es otro que el Doctor Walter Gerber (Rod Taylor). El personaje desde el primer momento tiene el objetivo de demostrar que su método funciona. Le presionan para que lo haga en 36 horas y lo consigue. Es una pequeñez (la herida en el dedo) y un error de principiante del policia militar, unido a un oficial de las SS malmetiendo en todo momento los que evitan que la Operación Overlord sea desvelada.

Sin duda, estamos ante el auténtico "crack" de la película. Nos lo venden como un alemán pero de ideas para nada nazis. Un médico que cuida de sus pacientes y que los conoce perfectamente. Al mismo tiempo, empeñado en que sus investigaciones sobre el estrés en la guerra y la amnesia de algunos veteranos del frente del Este sobreviva a la guerra. Por ello acabará ayudando a Pyke a escapar, para que lleve consigo dichos informes.

Vence la lógica, y vence un alemán, a pesar de su muerte al final de la película. Y es derrotado el nazismo (que no Alemania). La Operación Overlord se lleva a cabo, y Pyke y la enfermera lograrán escapar, en lo que se convierte en una obsesión para el Oficial de las SS, el palurdo y payasil oficial de las SS. Una vez perdida la guerra, no cesará en su empeño al final de la película de evitar que los fugitivos alcancen Suiza.

Cabe destacar en esta guerra entre las dos alemanias en la que se convierte el film, el momento en que ficticiamente a Pyke le desvelan como concluyó la guerra. El Doctor Gerber le dirá que a Hitler lo asesinarían en un complot, y otros detalles que ponen nervioso al Oficial de las SS, contrario a sus métodos. Al acabar dicha conversación, y a pesar de haber obtenido satisfactoriamente la información del prisionero, el oficial de las SS le llegará a preguntar a ver si lo expuesto (la manera de morir de Hitler y el III Reich) era "pura fantasía" o "un deseo".

Holocausto
A pesar de no tener que ver con el Holocausto directamente, el film de Seaton lo aborda en no pocos momentos. La enfermera protagonista (Eva Marie Saint) es una judía que ha estado internada en un campo de concentración junto a su familia. En un momento dado llegará a decir a Pyke que no puede llorar porque "no tengo lágrimas ya". Su turbio y oscuro pasado acabarán sirviendo de aliado a Pyke a la hora de escapar y, una vez conseguido escapar, llorará, en un claro gesto de liberación, de haber podido escapar del infierno del holocausto.

Humor
A pesar de no ser una película cómica en ninguno de sus aspectos y de ser bastante realista, dentro de ciertas limitaciones de guión, su tramo final acaba contiendo ciertos toques de humor marca de la época. Se nos presenta a un orondo personaje que les ayuda a escapar, pero no sin hacer negocio. Sin duda es un punto agradable y amable, pero choca esos últimos 15 o 20 minutos con lo visto hasta ese momento, una película mucho más seria que coge un tono casi paródico en el tramo final. Esa parodia se acrecienta con un final más digno de Serie B de los años 40 (como por ejemplo "Hitler: Vivo o muerto") que de una película a la altura de lo que se había visto.

Crítica
La película de George Seaton se devora bastante bien de principio a fin gracias a la inteligente y novedosa propuesta. Alejada del resto de cine de espionaje o de cualquier película bélica, la trama nos mantiene en vilo en todo momento. Uno sufre cuando el personaje delata la Operación, o queda aliviado ante la manera en la que consigue salir del atolladero. Todo orquestado en sus primeros 80 minutos con mucho mimo e interés.  Siendo la única pega en ese tramo, la escasa atención que se presta a la operación por parte de los alemanes. Hubiera sido más interesante ver más "engaños", y otros personajes capaces de convencer a Pyke de que ha olvidado 6 años de su vida.

A pesar de ello, los giros de guión, no tan hitchcocknianos (son sencillotes) son lo suficientemente útiles para una película bélica de este calibre. Tres cabezas de cartel (incluyo a Rod Taylor) capaces de sujetar la película con sus diálogos hasta que entra en acción un mayor protagonismo del oficial de las SS, un personaje caricaturesco a todas luces. Él y ese tramo final de evasión ubicado en las antípodas de lo que sería una buena película sobre fugas hacen perder algo de fuelle a la película.

Por suerte, apenas se trata de 20 o 25 minutos de metraje, que como he expuesto, se saldan con la aparición de un simpático personaje y del sentido del humor para contrarrestar la falta de ideas claras (¿alarmantes?) de esos últimos minutos. Queda, por lo tanto, una película de suspense, intriga y acción con una idea original tan novedosa y atractiva, que se le perdonan sus taras y defectos, que los tiene.

Nota: 7
Lo Mejor: El personaje de Rod Taylor y el montaje del Hospital militar
Lo Peor: El tramo final, más cercano a la Serie B

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