En 2017 Doug Liman, especializado en algún que otro film con presupuesto como esa notable película de Ciencia Ficción titulada "Al filo del mañana" dirigía una modesta y pequeña película sobre la Guerra de Irak que aquí en España no llegaría a las salas de cine a pesar de haber tenido una fecha anunciada.
El problema de que un film bélico protagonizado por Aaron Taylor Johnson y el deportista de lucha libre John Cena no se llegue a estrenar por aquí fue por el escaso presupuesto manejado y el poco dinero destinado a publicidad, una película de guerra minimalista. ¿Se puede conseguir eso? Claro que sí, ya que ese 2017 también llegó a salas "Mine", cuya crítica podéis leer aquí.
Ambas comparten el desierto y la tensión de estar solo. Lo que en una era tener una mina pisada, aquí se nos transforma en un duelo entre un francotirador enemigo que no se deja ver y un sargento americano que está resguardado tras un muro. Si asoma la cabeza, será hombre muerto. Ellos dos y un John Cena que vemos caer herido e inconsciente a las primeras de cambio nos muestran ese duelo a vida o muerte entre francotiradores.
Pero, ¿Cómo consigue mantenerse el interés durante los 85 minutos que dura la película? Pues como buenamente se puede. Las premisas son buenas, pero la tensión que se palpa se anula pronto tras el buen arranque de la película y se entra en ese sinsabor de conversaciones vía Walkie Talkie entre los dos francotiradores. El juego del gato y el ratón le dio mucho a una película como era "Enemigo a las puertas", pero aquel film no estaba tan encorsetado y obligado a no salir del ring.
Aquí las obligaciones son otras y las situaciones que se pueden dar son bien escasas, lo cual se traduce en que se flirtea con el desinterés y/o el aburrimiento demasiado pronto. El guión, obra de Dwain Worrell es lo suficientemente listo para intentar salir airoso de la situación. Y la dirección de Liman como la actuación de Taylor-Johnson son lo suficiemente buenas para, igualmente, manejarse a su antojo.
Pero es inevitable ver que a la historia le falta mucho. Si miramos atrás en el cine bélico nos viene a la cabeza la notable "Infierno en el Pacífico", probablemente la mejor película bélica minimalista que exista. Pero esta "The Wall" encuentra más similitudes en "Ocho hombres de Acero" (Eight Iron Men), donde uno de los miembros de un escuadrón de ocho quedaba atrapado frente a una ametralladora enemiga.
En aquel clásico de Dmytrik el guión se va por los cerros de Úbeda mostrándonos los sueños de algunos de sus protagonistas o alguna vida anterior para mantener el interés en el film debido a que la acción de la película daba poco margen. ¿Qué hubiera podido hacer con semejante historia Liman y Worrell? Probablemente algo mejor que lo que hizo Dmytrik, pero no tenía ocho hombres, aquí solo hay dos, un americano y su enemigo, y un tercero para poder pivotar.
Ahí es donde acaban viéndose las limitaciones a una película que nos hace pasar el rato pero que es excesivamente fácil de olvidar. Una de esas historias para amantes del cine bélico, que tengan (como yo) una muesca más en el revólver, un avión más pintado en el bombardero. Una película bélica más, que no es de las mejores ni de lejos, pero que se deja ver y tampoco debe ser recordada como una mala película.
Nota: 5,5
Lo Mejor: El inicio de la película, hasta que las piezas quedan colocadas en su sitio
Lo Peor: Quizá exceso de diálogos entre Taylor Johnson y su enemigo
El problema de que un film bélico protagonizado por Aaron Taylor Johnson y el deportista de lucha libre John Cena no se llegue a estrenar por aquí fue por el escaso presupuesto manejado y el poco dinero destinado a publicidad, una película de guerra minimalista. ¿Se puede conseguir eso? Claro que sí, ya que ese 2017 también llegó a salas "Mine", cuya crítica podéis leer aquí.
Ambas comparten el desierto y la tensión de estar solo. Lo que en una era tener una mina pisada, aquí se nos transforma en un duelo entre un francotirador enemigo que no se deja ver y un sargento americano que está resguardado tras un muro. Si asoma la cabeza, será hombre muerto. Ellos dos y un John Cena que vemos caer herido e inconsciente a las primeras de cambio nos muestran ese duelo a vida o muerte entre francotiradores.
Pero, ¿Cómo consigue mantenerse el interés durante los 85 minutos que dura la película? Pues como buenamente se puede. Las premisas son buenas, pero la tensión que se palpa se anula pronto tras el buen arranque de la película y se entra en ese sinsabor de conversaciones vía Walkie Talkie entre los dos francotiradores. El juego del gato y el ratón le dio mucho a una película como era "Enemigo a las puertas", pero aquel film no estaba tan encorsetado y obligado a no salir del ring.
Aquí las obligaciones son otras y las situaciones que se pueden dar son bien escasas, lo cual se traduce en que se flirtea con el desinterés y/o el aburrimiento demasiado pronto. El guión, obra de Dwain Worrell es lo suficientemente listo para intentar salir airoso de la situación. Y la dirección de Liman como la actuación de Taylor-Johnson son lo suficiemente buenas para, igualmente, manejarse a su antojo.
Pero es inevitable ver que a la historia le falta mucho. Si miramos atrás en el cine bélico nos viene a la cabeza la notable "Infierno en el Pacífico", probablemente la mejor película bélica minimalista que exista. Pero esta "The Wall" encuentra más similitudes en "Ocho hombres de Acero" (Eight Iron Men), donde uno de los miembros de un escuadrón de ocho quedaba atrapado frente a una ametralladora enemiga.
En aquel clásico de Dmytrik el guión se va por los cerros de Úbeda mostrándonos los sueños de algunos de sus protagonistas o alguna vida anterior para mantener el interés en el film debido a que la acción de la película daba poco margen. ¿Qué hubiera podido hacer con semejante historia Liman y Worrell? Probablemente algo mejor que lo que hizo Dmytrik, pero no tenía ocho hombres, aquí solo hay dos, un americano y su enemigo, y un tercero para poder pivotar.
Ahí es donde acaban viéndose las limitaciones a una película que nos hace pasar el rato pero que es excesivamente fácil de olvidar. Una de esas historias para amantes del cine bélico, que tengan (como yo) una muesca más en el revólver, un avión más pintado en el bombardero. Una película bélica más, que no es de las mejores ni de lejos, pero que se deja ver y tampoco debe ser recordada como una mala película.
Nota: 5,5
Lo Mejor: El inicio de la película, hasta que las piezas quedan colocadas en su sitio
Lo Peor: Quizá exceso de diálogos entre Taylor Johnson y su enemigo
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